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FBI Acusa a Exjugador de la NFL de Operar la Mayor Red de Peleas de Perros en EE.UU.
El mundo del deporte se encuentra conmocionado tras la reciente acusación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) contra LeShon Eugene Johnson, exjugador de los New York Giants, Arizona Cardinals y Green Bay Packers en la NFL. Johnson ha sido señalado como el operador de la mayor red de peleas de perros en la historia de Estados Unidos, un caso que ha desatado indignación y repudio a nivel nacional.
En un comunicado oficial, el FBI calificó las acciones de Johnson como un acto de crueldad animal sin precedentes. “El FBI no tolerará a criminales que dañen a animales inocentes como una forma retorcida de entretenimiento”, declaró la agencia. Durante una operación en octubre de 2024, las autoridades incautaron 190 perros de raza pitbull, marcando la mayor confiscación de este tipo en un solo caso en el país, según el Departamento de Justicia.
Johnson enfrenta 21 cargos federales, que incluyen la cría, tráfico y venta de perros de pelea a gran escala. Las investigaciones revelaron pruebas contundentes, como mensajes de texto, publicaciones en redes sociales y correos electrónicos que documentaban las actividades ilegales del exjugador. Además, se descubrió que Johnson operaba bajo el nombre de “Mal Kant Kennels”, una organización dedicada a la cría y entrenamiento de perros para peleas clandestinas.
El fiscal federal adjunto, Adam Gustafson, destacó la importancia de este caso: “Este movimiento contra un reincidente resultó en la incautación de 190 perros destinados a un fin cruel, lo que desmantela una importante fuente de estos animales utilizados en peleas de perros”. Johnson, quien ya había sido condenado por un caso similar en 2004, podría enfrentar hasta cinco años de prisión por cada cargo.
La carrera de Johnson en la NFL, que incluyó momentos destacados como su récord de 214 yardas en un partido contra los New Orleans Saints en 1996, ahora queda empañada por este escándalo. Tras su retiro del fútbol profesional, Johnson continuó involucrado en actividades ilegales, lo que ha llevado a su actual situación legal.
Este caso no solo pone en evidencia la crueldad de las peleas de perros, sino también la necesidad de reforzar las leyes contra el maltrato animal. Las autoridades han reiterado su compromiso de perseguir y castigar a quienes perpetúan este tipo de prácticas.
La comunidad espera que este caso sirva como un precedente para erradicar las peleas de perros y proteger a los animales de futuros abusos. Mientras tanto, Johnson enfrenta un futuro incierto, con la posibilidad de pasar décadas tras las rejas.