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Cuidar a un ser querido con demencia: guía para afrontar este desafío con éxito

El cuidado de un ser querido con demencia, como el Alzheimer, puede ser una tarea tan enriquecedora como desafiante. Según datos recientes, alrededor de siete millones de estadounidenses enfrentan esta enfermedad, y es común que sus familiares se conviertan en sus principales cuidadores.


El caso del Gene Hackman, legendario actor de Hollywood, demuestra la complejidad de esta labor, cuando recordamos que a pesar de su fama, Hackman vivió sus últimos días enfrentando la soledad y confusión tras la repentina muerte de su esposa y cuidadora, Betsy Arakawa.

 
Las autoridades en Nuevo México afirman que Betsy Arakawa, de 65 años, murió de un virus raro unos siete días antes de que Hackman falleciera el 18 de febrero de causas naturales, como resultado de enfermedad coronaria significativa, con el alzhéimer como factor contribuyente.
Este caso pone en evidencia las dificultades y responsabilidades asociadas con el cuidado de personas con demencia avanzada.


A continuación, presentamos cinco recomendaciones clave, elaboradas con la orientación de expertos, para ayudar a quienes asumen este importante rol:

  • Fomenta la socialización: Aunque la enfermedad puede causar ansiedad ante nuevos rostros, el aislamiento incrementa el deterioro cognitivo tanto en los pacientes como en los cuidadores. Participar en actividades sociales o recreativas, como clases de baile, puede generar una influencia positiva para ambos.
  • Construye un equipo de apoyo: No cargues con todo el peso del cuidado. Reúne a familiares y amigos para coordinar tareas y turnos. Incluso tener a alguien que realice una llamada de seguimiento diaria o cubra un par de horas semanales puede marcar una gran diferencia.
  • Busca asesoramiento profesional: Un trabajador social o enfermero geriátrico puede evaluar las necesidades del paciente y sugerir ajustes en el hogar para garantizar seguridad y comodidad. Aunque este tipo de ayuda no siempre se incluye con el diagnóstico, es una inversión valiosa.
  • Utiliza tecnología a tu favor: Herramientas como cámaras o sensores pueden ser aliadas para supervisar a distancia y garantizar el bienestar del ser querido. Desde alarmas que monitorean actividades en la cocina hasta dispositivos que detectan caídas, la tecnología puede ofrecer tranquilidad al cuidador.
  • Prioriza tu bienestar: El autocuidado no es un lujo, es una necesidad. Dedica tiempo para descansar, atender tus propias citas médicas y recuperar energías. Solo si estás en óptimas condiciones podrás brindar el cuidado que tu ser querido necesita.

Cuidar a alguien con demencia no tiene por qué ser una experiencia solitaria. Con el apoyo adecuado, tanto emocional como logístico, es posible transformar este desafío en una oportunidad para fortalecer la conexión y crear momentos valiosos juntos.